El Día mundial de la salud mental se celebra el 10 de octubre de cada año con el fin de generar conciencia sobre los problemas relacionados con la salud mental y movilizar esfuerzos para ayudar a mejorarla. Este año, el tema escogido es "La salud mental en el trabajo".
La globalización ha contribuido al estrés relacionado con el trabajo y a sus trastornos asociados. Según datos de la OMS, una de cada cinco personas en el ámbito laboral puede experimentar un trastorno de salud mental. Los jefes y los compañeros de trabajo pueden ser agentes de cambio, pueden aprender a identificar los signos de problemas de salud mental:
Alertas a nivel organizacional
• Trabajos no finalizados, pérdida de productividad.
• Incremento de errores, disminución de la calidad.
• Quejas en la atención al cliente.
• Incremento de las bajas por enfermedad y/o del consumo de psicofármacos.
• Accidentes de trabajo vinculados al estrés.
• Deterioro del trabajo en equipo y entre departamentos o servicios.
• Baja motivación o frustración de expectativas en los equipos de trabajo.
• Presencia de riesgos psicosociales en la organización.
• Actitudes de inquietud o rechazo ante trabajadores con posibles problemas de salud mental entre el equipo de trabajo.
Alertas a nivel individual
• Hiperreactividad y/o baja tolerancia a situaciones de incertidumbre o a los cambios en las rutinas laborales.
• Cambios en el estado de ánimo (llanto frecuente, estallidos de irritabilidad…)
• Incremento en ausencias por enfermedad (incluyendo cortos períodos) y sin justificar.
• Padecimiento de enfermedades crónicas que impliquen deterioro de la capacidad funcional (como las neurológicas).
• Vivencia de situaciones estresantes específicas con repercusión en la salud mental (trauma, muerte de un familiar próximo, separación…)
• Percepción de riesgo para sí mismo o para terceros (por el propio trabajador o segundas personas)
Principios generales para promover la salud mental en el trabajo
• No fomentar ni consentir la competitividad entre compañeros, ni el trabajo aislado.
• Preparar a los líderes de grupos para que respeten a las personas a su cargo, fomenten el apoyo, generen confianza y ofrezcan reconocimiento.
• Las funciones y responsabilidades de cada cual en su trabajo deben ser inequívocas.
• Reducir la imprevisibilidad y la incertidumbre. Informar a tiempo los cambios previstos.
• Proporcionar los recursos necesarios para realizar el trabajo en buenas condiciones.
• Ofrecer facilidades para que los trabajadores lo practiquen actividad física, mejor si es en grupo.
• Enseñar a las personas a gestionar su propio estrés: entrenamiento en técnicas de relajación, estrategias de afrontamiento, gestión del tiempo, entre otras
Por: Juan Carlos Rodríguez Barrera
Psicólogo Dirección de Gestión Clínica, Promoción y Prevención Metrosalud
Bibliografía: http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/NTP/NTP/Ficheros/1043a1054/ntp-1045w.pdf